El Tribunal Superior Electoral (TSE) golpeó el martillo y decidió este jueves (25) que el teléfono celular, o cualquier dispositivo electrónico, no debe ingresar a la cabina de votación con el elector. Quien llegue con un celular tendrá que dejar el dispositivo en manos de la “autoridad federal”, que en este caso será el trabajador electoral.
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El día de las elecciones se podrán utilizar detectores de metales para realizar la verificación en situaciones excepcionales, las cuales deberán ser analizadas por el juez electoral.
La decisión del tribunal fue una respuesta a la solicitud del partido União Brasil, que questiono sobre la prohibición de los teléfonos móviles en las casillas de votación.
En caso de incumplimiento, se podrá llamar a la policía.