Las negociaciones han sido una montaña rusa en los últimos días y los delegados se reunieron este sábado (4) a puerta cerrada para intentar llegar a un acuerdo.
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Durante las negociaciones surgieron varios puntos de divergencia, como la medida de crear zonas protegidas, que tiene como objetivo analizar el impacto de las actividades en alta mar sobre el medio ambiente y la distribución de los beneficios potenciales de la explotación de los recursos genéticos marinos.
En esta recta final, los observadores esperan un impulso de la conferencia Nuestro Océano, que se desarrolla simultáneamente en Panamá, en presencia de varios ministros que debaten sobre la protección y la exploración sostenible de los océanos.
"Todavía tenemos algunas cuestiones que aclarar, pero estamos logrando avances y las delegaciones están mostrando flexibilidad", dijo la presidenta de la conferencia, Rena Lee, en una breve sesión plenaria alrededor de las 3:30 a.m., hora de Brasilia.
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El capítulo altamente político sobre cómo compartir los beneficios potenciales de los recursos genéticos marinos estuvo ausente en el último borrador del texto.
"Está claro que todavía están intentando con todas sus fuerzas llegar a un acuerdo hoy, de lo contrario habrían tirado la toalla", afirmó Nathalie Rey, de la High Seas Alliance, que agrupa a unas cuarenta ONG.
Incluso si se alcanzan compromisos en todos los demás capítulos, no se podrá adoptar formalmente un tratado en esta sesión, afirmó Rena Lee. Incluso si no hay un acuerdo formal, sería "un gran paso adelante", afirmó a la AFP Veronica Frank, de Greenpeace.
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El viernes pasado, Estados Unidos informó la liberación de una gran cantidad para proteger los océanos:
¿Qué es alta mar?
La alta mar comienza donde terminan las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de los países, hasta un máximo de 200 millas náuticas (370 km) de la costa., y, por lo tanto, no está bajo la jurisdicción de ninguna nación.
Aunque rRepresentan más del 60% de los océanos y casi la mitad del planeta., la alta mar fue ignorada durante mucho tiempo, centrándose la atención en las zonas costeras y en especies simbólicas, como las ballenas y las tortugas.
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Y ello a pesar de que los ecosistemas oceánicos son responsables de la mitad del oxígeno que respiramos, limitan el calentamiento absorbiendo parte del CO2 generado por las acciones humanas y alimentan a parte de la humanidad. Pero están amenazados por el cambio climático, la contaminación de todo tipo y la sobrepesca.
(Fuente: AFP)
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