La plataforma informó, en una nota, que los datos confirman la escalada de destrucción ambiental en los últimos meses del gobierno de Jair Bolsonaro. Desde que el presidente -que defiende la expansión de la minería y la agricultura en Amazonas – asumió el cargo en 2019, quemado y el deforestación del bosque han empeorado.
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Para el Mapabiomas, el tiroteo de quemado en noviembre es inusual ya que el mes coincide con la temporada de lluvias.
“Esto es claramente una reacción a la expectativa de políticas más efectivas para combatir la deforestación y los incendios por parte del nuevo gobierno”, afirmó Ane Alencar, coordinadora de Mapbiomas Fogo y directora de Ciencias del Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (IPAM).
Con datos de noviembre, la superficie quemada en los primeros 11 meses de 2022 alcanzó los 15,9 millones de hectáreas (una superficie ligeramente menor que el territorio de Uruguay), según Mapbiomas. Esto representó un aumento del 13% respecto al mismo periodo de 2021.
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Casi la mitad de esta tierra quemada (48%) está en Amazonas, superando por primera vez después de dos años el las sabanas del Cerrado, informó la plataforma.
(con AFP)
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