La reacción del mercado es una respuesta a la aprobación la noche del martes en la Cámara de Diputados de cambios a la Ley del Estado, creada en 2016 para blindar a las empresas públicas de la injerencia política.
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Entre varios puntos, el proyecto reduce de 36 meses a 30 días el período de espera para que los líderes de partidos o quienes hayan participado en campañas electorales sean designados para dirigir empresas estatales.
Los cambios son vistos como un guiño al presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, que nombró como futuro presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) a Aloizio Mercadante, un miembro histórico del Partido de los Trabajadores (PT) y miembro de la transición.
Voto flash
El proyecto fue aprobado en una votación “relámpago, furtiva, oportunista y contraria al interés público”, criticó el Instituto Não Aceito Corrupção (Inac).
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El proyecto aún será debatido y votado en el Senado, sin fecha límite fijada.
El mercado reacciona con nerviosismo a la inminente toma de posesión de Lula por temor a un aumento desenfrenado del gasto público y al rechazo a las privatizaciones.
El temor de los inversores y accionistas minoritarios de Petrobrás es que los nuevos directores nombrados por Lula antepongan los intereses del gobierno federal a los de la empresa. Un ejemplo es la política de precios de los combustibles que adoptará Petrobrás bajo la nueva dirección.
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El líder del PT asumirá la Presidencia de Brasil el 1 de enero para un tercer mandato.
(con AFP)