Créditos de la imagen: AFP

Estado Islámico reivindica ataque que mató a 54 personas en Pakistán

El grupo yihadista Estado Islámico se atribuyó este lunes (31) el atentado suicida ocurrido la víspera en un mitin político en el noroeste de Pakistán, que dejó 54 muertos, entre ellos 23 menores, a pocos meses de las próximas elecciones.

El ataque, que tuvo lugar en la ciudad de Jar, a 45 kilómetros de la frontera con Afganistán, suscita temores en un período electoral sangriento. Pakistán ha sufrido una grave crisis política desde la destitución del primer ministro Imran Khan en abril de 2022.

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Más de 400 miembros y partidarios del partido religioso conservador Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F), un aliado clave de la coalición gobernante, estaban reunidos el domingo bajo una tienda de campaña cuando un hombre detonó su chaleco explosivo cerca del escenario.

"Viví escenas horribles: cuerpos sin vida esparcidos por el suelo mientras la gente gritaba pidiendo ayuda", dijo a la AFP Fazal Aman, que estaba cerca de la tienda cuando explotó la bomba.

Shaukat Abbas, alto funcionario del departamento antiterrorista, indicó que murieron 54 personas y que 23 de ellas eran menores de 18 años. Anwar ul Haq, comisionado adjunto del distrito, confirmó el número de víctimas.

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El EI reivindicó el ataque y dijo en un comunicado emitido por Amaq, el organismo de publicidad del grupo, que un combatiente detonó un chaleco explosivo entre la multitud.

No es la primera vez que una rama local del grupo yihadista ataca manifestaciones del JUI-F.

El ataque se produjo pocas semanas antes de la disolución de la Asamblea Nacional del país, en vista de las elecciones previstas para octubre o noviembre.

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familia devastada

Este lunes todavía había zapatos ensangrentados en el suelo, al igual que tornillos de acero y otros elementos del chaleco que llevaba el atacante.

Aún se podían ver restos de cadáveres a 30 metros del lugar donde el hombre detonó el artefacto.

“No fue fácil para nosotros cargar los dos ataúdes. Esta tragedia destruyó a nuestra familia”, dijo Naib Ullah, hermano de uno de los fallecidos.

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“Nuestras mujeres están totalmente conmocionadas y devastadas. Cuando veo a las madres de las víctimas, pierdo el coraje”, añadió.

El líder del JUI-F, el clérigo Fazl-ur-Rehman, comenzó su carrera política como un islamista de línea dura. Aunque su partido sigue defendiendo políticas socialmente conservadoras, recientemente ha hecho alianzas con rivales seculares.

En el pasado, el religioso también facilitó las negociaciones entre el gobierno y Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), un grupo talibán local, rival del EI.

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El año pasado, el EI reivindicó varios ataques contra académicos religiosos afiliados al JUI-F, que tiene una amplia red de mezquitas y escuelas en el oeste del país.

El Estado Islámico acusa al JUI-F de hipocresía, por apoyar a gobiernos laicos a pesar de ser un partido religioso.

Pakistán ha sufrido un aumento de ataques desde que los talibanes regresaron al poder en Afganistán en 2021, especialmente en la región fronteriza.

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