– El presidente Jair Bolsonaro se encerró en Palacio, no se comunicó con Lula y no reconoció la derrota. Muchas filtraciones a la prensa, de personas cercanas a Bolsonaro, garantizan que aceptará la derrota, lo cual es inevitable. Pero lo cierto es que, hasta el momento, “nada de nada”.
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– Los líderes de las principales naciones del mundo reconocieron la victoria de Lula, en algunos casos con entusiasmo, como una estrategia para intentar conjurar cualquier ambición golpista de Bolsonaro.
– Desde el domingo por la noche (30), los camioneros cierran importantes carreteras del país en protesta por los resultados electorales. Cada media hora aparece algún proclamado “líder” de los camioneros diciendo que está en contra del movimiento golpista. Pero el hecho es que el movimiento sigue creciendo y está ganando apoyo.
– La Policía Federal de Caminos garantiza que frenará las protestas, pero, por ahora, “nada de nada”.
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– En Telegram se difundió un fuerte movimiento de noticias falsas que afirmaban que las elecciones estaban amañadas. Está creciendo.
– Estos son los hechos. Muy serio. Muy lejos de la normalidad democrática.
