Créditos de la imagen: AFP

En París, Lula intensifica la presión sobre las negociaciones del acuerdo UE-Mercosur

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva intensificó, este viernes (23) en París, la presión sobre la Unión Europea (UE) en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con los países del Mercosur, objeto de demandas cruzadas y frustraciones.

El líder de izquierda participó en un almuerzo de trabajo con su colega francés, Emmanuel Macron. Presionado por su sector agrícola, defiende ahora nuevas exigencias de regulación ambiental que, en la práctica, entierran el acuerdo.

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Horas antes del encuentro, Lula planteó la cuestión públicamente en un foro de una cumbre internacional dedicada a financiar la lucha contra el cambio climático.

Lula se pronunció con vehemencia contra una carta enviada por la UE en marzo al Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

En él, el bloque europeo de 27 países impone una serie de requisitos ambientales adicionales relacionados con el sector agrícola y hace obligatorio el cumplimiento de varios compromisos del Acuerdo Climático de París de 2015.

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Sus partidarios alegan riesgos de competencia desleal para los productores europeos, debido a las diferencias en las regulaciones entre los dos bloques, y de que los consumidores se conviertan en cómplices de la deforestación en América del Sur, debido a la apertura de fronteras a muchos productos de este origen.

"No es posible tener una asociación estratégica y tener una carta adicional, amenazando a un socio estratégico", dijo Lula a la audiencia, que incluía, entre otros, al presidente francés y al canciller alemán, Olaf Scholz.

Según Lula, el documento adicional no permite un acuerdo inmediato. Su ministro de Finanzas, Fernando Haddad, afirmó este viernes que las exigencias adicionales de Bruselas muestran la voluntad de posponer la decisión de ratificar la alianza.

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Los cuatro países sudamericanos esperan responder al acercamiento del bloque europeo la próxima semana.

En referencia a las demandas europeas, Lula también habló de los objetivos climáticos de Brasil y reforzó el objetivo de “cero deforestación ilegal” para 2030.

Desde enero, cuando asumió su tercer mandato presidencial, hasta mayo, la deforestación en la Amazonía brasileña disminuyó un 31% respecto al mismo periodo del año pasado, según datos oficiales.

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Bajo la presidencia de su predecesor Jair Bolsonaro (2019-2022), la deforestación promedio anual en la Amazonia aumentó más de un 75% en comparación con la década anterior.

Un largo proceso de negociación

Lula y Macron se despidieron con un abrazo tras el almuerzo en el Palacio del Elíseo, pero no dieron detalles a la prensa. Lula tiene previsto hablar con los periodistas en París el sábado por la mañana.

El acuerdo UE-Mercosur se anunció en 2019, tras dos décadas de negociaciones. Sin embargo, el proceso de ratificación quedó bloqueado y se complicó aún más con la filtración de la carta de la UE en marzo con las nuevas exigencias.

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El jueves, los sindicatos y asociaciones agrícolas franceses pidieron a Macron que respondiera con un “no firme y definitivo” al acuerdo comercial con Mercosur en su forma actual.

Fuentes de la delegación brasileña afirmaron que son conscientes del perfil proteccionista del sector agrícola francés. Apuestan, sin embargo, por la nueva realidad geopolítica generada por la guerra en Ucrania y sus efectos en las redes de suministro, que exigen la diversificación de los proveedores de energía y alimentos. Brasil pretende ser un aliado estratégico de la UE en estos sectores.

El gigante latinoamericano tampoco esconde su “asa bajo la manga”: su relación comercial con China, su principal socio en este sector.

Durante la visita se destacó la posición de Lula sobre el conflicto en Ucrania.

El periódico de izquierda Libération publicó en su portada una foto de Lula con el titular “La decepción”. El periódico denunció sus “posiciones antiatlánticas” por distanciarse de Washington y negarse a ponerse del lado de Ucrania.

La publicación también destacó que Lula “necesitará el apoyo occidental si quiere respetar sus compromisos ambientales” ante la presión de la agroindustria brasileña y de un Congreso de mayoría conservadora.

Fuentes de la delegación brasileña indicaron que Lula está esperando el momento y el lugar adecuados para intentar promover la paz entre Rusia y Ucrania, un escenario aún lejano.

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