Créditos de la imagen: Fernando Frazão/Agência Brasil

Análisis: Necesitamos seguir las alertas en la defensa de nuestra democracia y libertades

No es fácil digerir el Congreso Nacional elegido este domingo (2) por nosotros, los electores brasileños. Si la composición de nuestros representantes ya era mala, empeorará mucho. Tenemos más negacionistas, armistas, enemigos de la sostenibilidad, radicales de todo tipo y personas altamente sospechosas –o probadas– de corrupción.

Por supuesto, hay funcionarios electos cuyos propósitos nos ofrecen seriedad y compromiso, estemos de acuerdo con ellos o no. Pero estos son casos específicos.

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Quién hubiera pensado que extrañaríamos los tiempos en que la elección de Tiririca a la Cámara de Diputados (de hecho, reelegido ayer) fue una de las mayores excentricidades.

Esta elección demuestra que en Brasil el crimen, la mentira y la sinvergüenza todavía dan buenos resultados. Y mientras esto continúe, esta impunidad legal o moral, será muy difícil implementar una agenda real de desarrollo, inclusión, sostenibilidad, educación, justicia.

A pesar de estos reveses, tenemos que seguir trabajando incansablemente para cambiar la agenda de nuestro país, formar nuevos líderes y brindar más educación de calidad para todos.

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Lula X Bolsonaro

En el caso de la Presidencia de la República, la segunda vuelta no debería sorprender tanto. Hay un Brasil por descubrir nosotros, periodistas, académicos, artistas. Un Brasil que no sea el espejo que nos empeñamos en imaginar. Prevalece un casi negacionismo sobre el Brasil real.

Las encuestas electorales vaticinaban, con márgenes de error o no, la posibilidad de una vuelta final entre Lula y Bolsonaro. No ha sido un viaje feliz para la mayoría de los institutos de investigación serios, pero eso no justifica que sean acosados ​​con el objetivo de exterminarlos. Cometieron errores en el pasado, los cometerán en el futuro, pero son fundamentales para configurar el escenario de la sociedad. Quien quiere el fin de la investigación quiere oscurantismo, autoritarismo, luz verde para las noticias falsas.

Tendremos tres semanas intensas. Lula sale ganando con los números de la primera vuelta, pero tendrá que abrirse al diálogo con otras fuerzas políticas, trazar programas, reconocer más claramente los errores del pasado, demostrar más humildad, si quiere preservar y ampliar este frágil favoritismo. de hoy.

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De Bolsonaro es difícil esperar cambios. Sería sorprendente que comenzara a adoptar una postura republicana mínimamente responsable. Si acepta democráticamente una posible derrota, sin amenazas golpistas previas, sería un alivio. Pero eso es querer demasiado.

Necesitamos seguir las alertas en defensa de nuestra democracia y libertades.

(João Caminoto)

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