En los últimos días, la ciudad de Pekín se ha visto muy afectada por la ola de contagio, que se está extendiendo muy rápidamente. Según los medios estatales, el viceprimer ministro Sun Chunlan advirtió que el número de nuevos casos en Beijing está “aumentando rápidamente”. La ciudad tiene 22 millones de habitantes.
PUBLICIDAD
Estos contagios acelerados en Pekín han causado conmoción en el país, ya que sólo una mínima parte de los 1,4 millones de habitantes del país han dado positivo por COVID-19 desde el inicio de la pandemia a finales de 2019.
El país asiático alivió drásticas restricciones la semana pasada, tras casi tres años de intentar erradicar por completo el virus. El gobierno decretó el fin de la hospitalización automática en centros de cuarentena para las personas que dan positivo al virus e interrumpió las campañas masivas de pruebas PCR, que eran casi obligatorias.
Como consecuencia, el número de personas que se hacen las pruebas ha disminuido considerablemente y la notificación de nuevos casos ha disminuido, lo que da la falsa impresión de que la situación es mejor. La Comisión Nacional de Salud afirmó, sin embargo, que los datos ya no reflejan la realidad.
PUBLICIDAD
"Muchas personas asintomáticas ya no reciben pruebas de PCR, lo que hace imposible determinar con precisión el número real de personas asintomáticas infectadas", señala un comunicado.
La gran mayoría de los chinos ahora opta por las pruebas farmacéuticas y muchos casos no son reportados por las autoridades, pero el gobierno chino parece decidido a seguir adelante con la apertura. Las autoridades de turismo de Beijing anunciaron el martes (13) la reanudación de las visitas de grupos dentro y fuera de la capital.
