Créditos de la imagen: AFP

La locura de los latinoamericanos por completar el álbum del Mundial

Hay personas que gastan todo su salario en pegatinas del Mundial, otros hacen cola en los quioscos desde primeras horas de la mañana para conseguir los paquetes tan deseados. Hay quienes sólo aceptan pegatinas impresas en Italia, cuna del álbum del Mundial. Descubre historias de la locura de los latinoamericanos para completar el álbum del Mundial.

Como ocurre cada cuatro años, el álbum de Panini para el Mundial, que este año se celebrará en Qatar en noviembre, vuelve a estar de moda en una región apasionada por el deporte.

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“Casi todo lo que cobro, o me presto, o lo que me deben y me tienen que pagar, lo invierto en comprar cromos. Es mi hobby”, comenta a la AFP la argentina Hilda Losada.

Esta abuela de 68 años, que intenta completar su álbum y el de su nieto, llegó a las cinco de la mañana a una tienda de un barrio de clase media de Buenos Aires en busca de los paquetes, tan buscados y escasos. en Argentina.

Allí, incluso el gobierno tuvo que mediar en la logística entre la empresa italiana y los dueños de las tiendas para intentar resolver la escasez.

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El aumento del precio del paquete (en Brasil se duplicó respecto a Rusia-2018, de dos reales a cuatro) y el costo de vida no disminuyen la pasión de los latinoamericanos.

“Cuando aparecen oportunidades, aparece dinero”, dice Leila Edul, 28 años, dueña de un local en el barrio de San Cristóbal, en Buenos Aires. Y hay gente que hace ese comercio paralelo, uno de los tipos más raros.

Completar el álbum -entre 638 y 670 cromos, según el país- "es lo más cerca" que estaremos de un Mundial, explica Carlos Rodríguez, técnico de atención al cliente de 45 años de Ciudad de Guatemala.

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Raúl Vallecillo, gerente de Panini en Chile, garantiza que las ventas en América Latina superaron las expectativas de la empresa, fundada en la ciudad italiana de Módena y que vende el objeto de culto en 150 países desde México-1970.

En el país del volante Arturo Vidal, por ejemplo, lo que esperaban vender en cuatro se vendió en un mes.

La fiebre, según Vallecillo, se debe a que probablemente será la última participación de Messi y Cristiano Ronaldo en un Mundial, lo que alimenta el interés de coleccionistas y aficionados, y que Qatar-2022 es uno de los más importantes. Eventos después de la pandemia.

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Punto de intercambio

En Brasil, el Museo del Fútbol de São Paulo reúne a decenas de personas para intercambiar pegatinas.

Leandro Fonseca, de 40 años, busca las pegatinas especiales lanzadas para esta edición, algunas de las cuales, como la de Neymar, se venden online por casi tres salarios mínimos.

“Estoy buscando 'extras', pero tengo la intención de completar unos 20 álbumes. Cada Mundial hago muchos álbumes”, dice el coleccionista, que afirma haber gastado hasta ahora alrededor de R$ 10.000 para completar siete.

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En la metrópoli latinoamericana, como en otras ciudades, los 'repartidores' venden pegatinas a precios que varían según la disponibilidad en las calles y la importancia del jugador.

Imágenes de padres con sus hijos se repiten en centros de intercambio o en parques los fines de semana en casi toda la región, incluso en países como Colombia, pese a que su selección nacional queda fuera del Mundial por primera vez en 12 años.

“Más que emoción, lo siento como un momento padre-hijo. Él no es muy aficionado al fútbol, ​​yo soy muy aficionado y con eso empezamos a hablar de jugadores (…) es un momento para los dos”, dice Carlos Felipe Leguizamón, 37 años, en Bogotá.

Fuente: AFP

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