Los líderes del partido ahora enfrentan una carrera contra el tiempo para fortalecer el acuerdo en el Congreso, con republicanos de extrema derecha y demócratas progresistas criticando las concesiones hechas para sellar el acuerdo.
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Después de semanas de tensas negociaciones en el Congreso y la Casa Blanca, el acuerdo permitiría al gobierno aumentar el techo de deuda del país, evitando que la mayor economía del mundo sea incapaz de cumplir con sus compromisos y entre en default.
El acuerdo también ayuda a apaciguar a los miembros de la Cámara de Representantes que han exigido reducciones significativas en la agenda de gasto interno de Biden como condición para evitar un default.
“Acabo de hablar por teléfono con el presidente”, tuiteó el sábado por la noche el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy. “Después de que perdió el tiempo y se negó a negociar durante meses, llegamos a un acuerdo de principio que es digno del pueblo estadounidense”.
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McCarthy dijo que volverá a hablar con Biden mañana y que supervisará la redacción final del proyecto de ley, que debe ser aprobado por el Congreso. La Cámara de Representantes "votará el miércoles", dijo.
