Contratado por el partido de Bolsonaro para questionLas máquinas de votación electrónica tenían patente para los votos impresos.

El ingeniero Carlos César Moretzsohn Rocha, representante del Instituto Voto Legal, contratado por PL para "auditar las máquinas de votación electrónica", afirma ser el creador del propio equipo. También obtuvo una patente sobre la llamada “urna desechable” que, en la práctica, aloja el voto impreso. El Tribunal Electoral calificó el informe presentado como fraude.

El hechizo se volvió contra el brujo, y ahora el Tribunal Superior Electoral quiere una investigación para responsabilizar a quienes dentro del PL fueron responsables de “información falsa y mentirosa” sobre el sistema electoral.

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Contratado por PL para demostrar, en un informe técnico, que las máquinas de votación electrónica pueden ser defraudadas por empleados del TSE, Carlos César Moretzsohn Rocha es, cuanto menos, una figura controvertida. Según un informe de Metrópoles, el ingeniero obtuvo el derecho a poseer la “urna desechable”, que, en la práctica, podría utilizarse para los votos impresos.

Además de este conflicto de intereses, el Instituto Voto Legal (IVL), liderado por el ingeniero, recibió R$ 225 mil del PL el 29 de julio. El monto provino de una cuenta registrada como 'Otros recursos'.

Patente de máquina de votación electrónica.

El ingeniero Carlos Rocha, director del Instituto Voto Legal, presentó una solicitud de patente para la creación de “equipos para el voto electrónico” ante el Instituto Nacional de la Propiedad Privada (Inpi), en 1996. La solicitud fue denegada por el Inpi al entender que faltaba el “requisito de novedad”. Carlos, sin embargo, se declara líder en la fabricación de los equipos, ya que mostró Estadão.

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Según la Procuraduría General del Tesoro Nacional (PGFN), el ingeniero Carlos Rocha tiene una deuda activa de R$ 873.887,01.

As encuestas electrónicas, que se convirtió en uno de los principales objetivos de ataques infundados del presidente Jair Bolsonaro desde que asumió el cargo en 2019, fueron utilizados por primera vez en 1996 en las elecciones brasileñas. Según el Tribunal Superior Electoral, su proyecto técnico es de su propiedad y fue construido tras un proceso de licitación del año anterior.

Voto impreso y falsificaciones en las urnas

El retorno del voto impreso fue propuesto varias veces con el apoyo del presidente Bolsonaro, quien propuso una enmienda constitucional (PEC) para establecer el modelo, en agosto de 2021. La agenda no avanzó. La estrategia de fundir la credibilidad del actual sistema electoral permaneció de pie. Un día antes del 7 de septiembre, el Jefe del Ejecutivo repitió que sólo creía “100%” en el sistema de urnas impresas. (CNN)

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