Esta tensión muestra la profunda degradación del ambiente democrático en Brasil, construido después de los tristes años de la dictadura militar, que duró hasta principios de los años 80.
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En lugar de centrarnos en las discusiones para sacar a Brasil del hoyo – ayer (5 de septiembre), por ejemplo, fue el Día de la Amazonia –, estamos siendo bombardeados con discursos vacíos, nostalgia populista, noticias falsas e intolerancia.
“Ah, pero toda campaña es así, es ingenuo pensar en algo rico en contenido y propósito…” Esta condescendencia es la que nos aleja. Podemos y debemos exigir a quienes se proponen liderar o legislar en este país el mínimo de compromiso, de propuestas. Es nuestra responsabilidad.
Y para ser justos aquí, y antes de que aparezcan los selladores de siempre, hay candidatos de todos los niveles que se han esforzado en ser proactivos y coherentes con la responsabilidad que buscan. Pero están devorados por la mediocridad general.
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Que pasen unas buenas vacaciones, sin violencia ni estafas. ????
(João Caminoto)