Estado laico: ¿qué es, cuál es su papel y por qué es importante?

Como lo garantiza la Constitución Federal, el Estado brasileño es laico, es decir, se basa en la premisa de que todas las religiones y creencias son libres y deben ser tratadas por igual, a menos que sean manipuladas para obtener beneficios políticos. Sin embargo, mirando al pasado y al presente, la mayoría de los brasileños todavía mezclan sus convicciones religiosas con el espacio y la vida pública. Lee y escucha lo que dicen dos expertos en el tema.

¿Qué es un Estado laico?

En todo el mundo, el tema es una fuente constante de controversia. Pero, después de todo, ¿cuál es la verdadera definición de “estado laico”? En resumen, es aquel en el que la administración gubernamental está separada e independiente de las influencias religiosas.

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Pero el concepto de laicidad del Estado va mucho más allá, como explica la profesora de Derecho Constitucional de la USP, Joana Zylbersztajn, quien también fue autora del libro “A secularidade do Estado Brasileiro”

Según el profesor, hay algunas características fundamentales que nos ayudan a identificar al Estado laico. Son ellas:

Elementos constituyentes:

  • Democracia: el poder emana del pueblo y no de Dios –como ocurría en el Estado religioso.
  • Libertad: coexistencia y no supresión de las libertades, incluida la libertad religiosa. No hay libertad restringida debido a tu religión. Y, de la misma manera, podéis ejercer vuestra religiosidad. “El Estado laico no sólo convive con la libertad religiosa, es imprescindible que se ejerza”, explica la profesora Joana.
  • Igualdad: todas las personas son iguales para el Estado laico, independientemente de su religión. "Ya no tendrás privilegios debido a tu religión".
  • Separación estado-religión: el Estado laico no puede elegir una religión oficial, someterse a dogmas ni establecer relaciones públicas con las religiones.

¿Es ateo un Estado laico?



Sé parte descargar da Cebador “Secularismo: ¿Qué es?”, del Observatorio de la Laicidad en la Educación (OLÉ) bajo el mandato de la concejala Marielle Franco (PSOL).

No, un Estado laico no es sinónimo de un Estado ateo.

Esto se debe a que, según la profesora Joana Zylbersztajn, decir que el Estado es laico no es decir que esté en contra de la religiosidad. Pero tampoco elige ninguno de ellos, es decir, reconoce la creencia en Dios, pero no elige ninguno.

“Dios no es asunto del Estado [laico]”, refuerza. Su deber se limita a proteger las diferentes manifestaciones de la fe. Escuchar:

Según el profesor de Derecho de la USP, Leonardo Rosa, al decir que un Estado es laico, no significa decir que sigue siendo absolutamente separado de la religión.

La confusión es recurrente, según el profesor, pero es imposible aislar dos factores tan importantes en la vida social contemporánea:

"El Estado se relaciona inevitablemente con la religión, y hacerlo de manera saludable es lo que podemos esperar de este Estado laico”.

¿Por qué es importante el Estado laico?

¿Cuál es el papel de este modelo? ¿Por qué se defiende históricamente? ¿Cuáles son sus ventajas? Según el profesor Leonardo, su valor radica en proteger derechos y garantizar libertades.

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Escuche un extracto de la entrevista. Curto noticias con el Profesor de Derecho Leonardo Gomes Penteado Rosa:

Diversidad x Hegemonía

Segundo Profesora Joana Zylbersztajn, algunos hechos históricos pueden ayudar a explicar por qué algunas personas aún se resisten o muestran dificultades para asimilar lo que propone el Estado laico.

En Brasil, el 90% de la población se dice cristiana. El país tiene una historia de mayoría católica y es común que diferentes grupos que ocupan lugares hegemónicos tengan una “percepción de privilegios”. Los católicos tienen días festivos y leyes que preservan sus creencias, algo que otras religiones no tienen.

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“Hemos visto este cambio en el poder religioso de los católicos a los evangélicos. Es difícil para los católicos ver la opresión religiosa sobre otros porque no la experimentan. Es difícil para los blancos entender el racismo de manera estructural. Es difícil entender tus privilegios y el tipo de impacto que eso tiene en la sociedad”, explica Joana.

Escuche este extracto de la entrevista:

ahora el maestro Leonardo Penteado Explica que el hecho de que Brasil sea un país religioso con mayoría cristiana no da derecho a que esta visión única se imponga en la sociedad o en el gobierno y en la vida de sus ciudadanos. “De la misma manera, no hay necesidad de 'secularizar' la sociedad, porque eso sería modificar las creencias de las personas, una violación de la libertad religiosa. La gente no puede utilizar al Estado para imponer sus dogmas a terceros, y el Estado tampoco debe combatir las creencias religiosas de la gente”.

Escuche qué más dijo el profesor Leonardo:

Por otro lado, los profesores Joana y Leonardo explican que la existencia del Estado laico no es suficiente para combatir la discriminación y la violencia religiosa. Los Estados en los que existe una religión oficial, como Argentina e Inglaterra, tienen libertad de religión, mientras que en Brasil, en el que hay un Estado laico, “hay un proceso de discriminación sobre el tema”.

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Escuche lo que dijo el profesor Leonardo sobre este tema:

¿Es necesario que esté en la Constitución?

En cuanto a la definición de “Estado laico”, la Observatorio de Laicidad en la Educación de la Universidad Federal Fluminense Coincide en que “es más fácil decir lo que no es. Como la democracia”. Así, aunque no esté garantizado en la Constitución, Un Estado se vuelve laico cuando se legitima. exclusivamente de la soberanía popular – y no depende de la religión.

“El primer resultado del laicismo es que el Estado se vuelve imparcial en materia de religión, ya sea en conflictos o alianzas entre organizaciones religiosas, o en las acciones de los no creyentes. Por tanto, el Estado laico respeta todas las creencias religiosas, siempre que no violen el orden público, del mismo modo que respeta las creencias no religiosas. No apoya ni obstaculiza la difusión de ideas religiosas o contrarias a la religión”. (VIEJO)

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Estampar el concepto no es una tarea sencilla, según el Observatorio, porque presupone observación y cambio progresivo diversos aspectos de esa sociedad.

“La laicidad del Estado es un proceso. En el pasado, todos los estados basaban su legitimidad en lo sagrado, de modo que el rey o el emperador eran considerados un dios o su hijo o su enviado. (…) No existe un Estado plenamente laico en el mundo, como tampoco existe un Estado plenamente democrático. Al igual que la democracia, el secularismo es un proceso, una construcción social y política”. (Observatorio de la Laicidad en la EducaciónUniversidade Federal Fluminense)

Curto Curaduría:

Curto explica: ¡todo lo que necesitas saber y te da vergüenza preguntar!😉

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