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De los 174, dos eran policías. Alrededor de 323 personas resultaron heridas.
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Según la policía local, la confusión se produjo al final del partido, que Persebaya ganó por 3-2.
La confusión generalizada se habría producido porque aficionados invadieron para protestar contra el club, momento en el que la policía tuvo que intervenir y utilizar gases lacrimógenos.
La pelea se desarrolló en las afueras del estadio y dos patrulleros fueron destrozados, uno de ellos quemado. Los fanáticos también prendieron fuego a las instalaciones del edificio.
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