Lula llama a la unidad en Sudamérica pero la dictadura en Venezuela vuelve a causar división

Por primera vez en casi una década, los líderes de las naciones sudamericanas se reunieron para discutir proyectos de cooperación y tratar de restaurar la integración regional, luego de que Unasur naufragara en medio de cambios políticos en los países.

“En la región dejamos que las ideologías nos dividan e interrumpan los esfuerzos de integración. Abandonamos los canales de diálogo y los mecanismos de cooperación y como resultado todos perdimos”, dijo Lula antes de una reunión a puertas cerradas con los demás líderes en el Palacio de Itamaraty. “Los elementos que nos unen están por encima de las diferencias ideológicas”, añadió.

Sin embargo, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, destacó el peso de las divisiones que persisten en la región. El líder de centroderecha criticó la defensa que Lula hizo de Nicolás Maduro, cuando el presidente brasileño aseguró que las acusaciones de autoritarismo en Venezuela eran resultado de una “narrativa”.

“Me sorprendió cuando se dijo que lo que pasa en Venezuela es una narrativa”, dijo Lacalle Pou durante su discurso ante Lula y los demás dirigentes presentes, que transmitió en vivo por sus redes sociales.

“Lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un colador […] Démosle [a Venezuela] el nombre que tiene y ayudemos”, dijo el presidente uruguayo, que califica a Maduro de “dictador”.

En la misma línea se expresó el jefe de Estado chileno, Gabriel Boric, señalando que la situación venezolana “no es una construcción narrativa”, sino “una realidad grave”. “Siempre hay que respetar los derechos humanos”, declaró.

Pero Boric también coincidió con el reiterado llamado de Caracas a pedir a Estados Unidos y a la Unión Europea que levanten las sanciones a Maduro y su gobierno.

Maduro, a su vez, respondió indicando que esos países “tienen una visión” y Venezuela, “otra”. "Lo más importante es que hubo un debate", afirmó, anunciando "una nueva fase" de la integración sudamericana.

La salida del líder venezolano del Palacio de Itamaraty a última hora de esta tarde atrajo a una multitud de periodistas y hubo confusión, que terminó con agentes de seguridad agrediendo a los comunicadores.

¿Y Arabia Saudita?

Lula, que retomó con el Gobierno venezolano las relaciones diplomáticas rotas por su antecesor Jair Bolsonaro, recibió este lunes con honores a Maduro en Brasilia y celebró el “inicio del regreso” del líder chavista a la escena sudamericana.

Tras el encuentro, Lula reiteró que “hay una narrativa en el mundo de que no hay democracia en Venezuela y que él [Maduro] cometió errores”, y, por otro lado, destacó que el país vecino vive una inusual “tranquilidad”. ”.

“Las mismas exigencias que el mundo democrático hace a Venezuela, no las hace a Arabia Saudita”, afirmó Lula en la rueda de prensa.

Falta de proyectos comunes

Once presidentes participaron en el encuentro definido por Lula como un “retiro” para discutir de manera relajada y franca.

Además de los presidentes ya mencionados, estuvieron presentes el argentino Alberto Fernández; el colombiano Gustavo Petro; el paraguayo Mario Abdo Benítez; el ecuatoriano Guillermo Lasso; el boliviano Luis Arce; el guyanés Irfaan Ali y el surinamés Chan Santokhi. Perú, por su parte, estuvo representado por el jefe de Gabinete, Alberto Otárola.

El encuentro concluyó con una declaración consensuada a favor de fortalecer la integración para “enfrentar desafíos compartidos” e incrementar el intercambio comercial y las inversiones, pero sin acuerdos concretos.

También se creó un grupo de trabajo integrado por los cancilleres de los 12 países, que deberá reunirse en un plazo de 120 días para analizar los avances.

América del Sur “está unida en discursos, pero no en proyectos concretos”, había declarado el colombiano Petro a los periodistas a su llegada.

'Hermandad' versus 'pluralidad'

El último encuentro entre líderes sudamericanos fue en 2014, durante la cumbre de la Unasur en Quito.

Creada en 2008 por Lula (2003-2010), el argentino Néstor Kirchner y el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, para contrarrestar la influencia estadounidense en la región, la Unión de Naciones Suramericanas fue criticada durante años por algunos por tener un partido de izquierdas. inclinación.

“Teníamos una hermandad”, dijo Lula. “Esto ya no existe, [ahora] es más plural y tenemos que aprender a vivir con esa pluralidad”, añadió.

Paralizado tras triunfos conservadores en la región y desacuerdos entre países por la crisis venezolana, el bloque se encuentra actualmente sin presupuesto y sin sede.

Sólo Bolivia, Guyana, Surinam, Venezuela y Perú (que nunca abandonaron el bloque) permanecen en Unasur, además de Brasil y Argentina, que regresaron este año.

Líderes sudamericanos intentan relanzar la integración regional en Brasilia