Para ello, se ha ampliado la lista de espacios de “socialización colectiva” donde no se podrá “consumir ni encender ningún tabaco o producto con nicotina”.
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Estos incluyen patios, terrazas, balcones, parques de diversiones, áreas de reunión de niños y adolescentes, instalaciones deportivas, playas, centros de espectáculos y entretenimiento, canchas, estadios, arenas, centros comerciales, mercados, hoteles y puntos de transporte.
La reforma legal también busca "establecer control, promoción y vigilancia sanitaria" de estos productos y en particular prohibir "toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de los mismos". Bajo esta premisa, los consumidores sólo podrán conocer la disponibilidad y precio de los productos del tabaco a través de listas escritas con sus precios, pero “sin logotipos, sellos ni marcas”.
La prohibición de promoción y publicidad incluye también la realizada a través de redes sociales, servicios de streaming, a través de “influencers” o cualquier otra forma de marketing digital, según el decreto.
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La patronal Coparmex, con sede en Ciudad de México, rechazó la medida, citando un impacto económico en las pequeñas empresas que venden cigarrillos y una violación de los derechos de toma de decisiones de los consumidores adultos.
Se estima que en México -con 126 millones de habitantes- hay alrededor de 15 millones de fumadores, de los cuales el 5% (684 mil) son adolescentes de entre 12 y 17 años, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública.
(Con AFP)
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