Si aprenden a vivir con lo esencial, los minimalistas creen que podrán priorizar lo que realmente importa. Los seguidores de la filosofía siguen siendo consumistas, pero de manera moderada y consciente se defienden. ¿Alguna vez has escuchado la frase “menos es más”? ¡Y por alla!
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Entre los partidarios del minimalismo, aquellos a quienes les gusta viajar prefieren reservar para ello ingresos extra. Aquellos a los que les guste comer en buenos restaurantes, concéntrense en este camino.
La tendencia minimalista ya ha pasado por la moda, la arquitectura (sigue en aumento) y también puede seguirse en la música y la literatura, así como en el comportamiento. Centrarse en el minimalismo es dar vida a la simplificación, la organización, el equilibrio y algunos otros detalles.
Para algunos no se trata de moda, sino de filosofía de vida. Y las redes están llenas de entrenadores sobre el tema.
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El movimiento también llegó a la vida cotidiana con consejos para reorganizar los hogares: los artículos que no son necesarios van a la caridad. Cuando se estrenó el documental “Kondo” –inspirado en la organizadora japonesa Marie Kondo– una institución que lucha contra el sida aumentó sus donaciones en un 15%. El documental hace referencia al minimalismo y al método organizativo japonés Spark Joy.
Como surgió?
A finales de los años 1950, de un movimiento artístico llamado “Minimal Art”, en Nueva York. El concepto era utilizar pocos elementos para expresarse artísticamente y luego migró al ámbito social. Hoy, sus partidarios buscan combatir el consumismo.
Curto curación:
(Foto destacada: Reproducción/Flickr)
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(🇬🇧): contenido en inglés
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