El misterio está resuelto: el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, eliminó el secreto impuesto a la decisión que apoyaba registros e incautaciones por parte de la Policía Federal en domicilios vinculados a empresarios bolsonaristas, la semana pasada.
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La decisión deja claro que Moraes se basó en conversaciones de WhastsApp – filtradas a la prensa y publicitadas a través del sitio web de Metrópoles – de un grupo de empresarios alineados con el presidente Jair Bolsonaro, que defienden un golpe de Estado si su oponente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) gana las elecciones.
En el texto, ahora público, el ministro argumenta: “Debido a la presencia de fuertes indicios y evidencias significativas que apuntan a la existencia de una verdadera organización criminal, con fuertes operaciones digitales y con un núcleo de producción, publicación y financiamiento y político absolutamente idéntico a los investigados en la investigación de milicias digitales, con el claro propósito de atacar la democracia. Por lo tanto, ante las circunstancias señaladas, resulta fundamental realizar la debida diligencia, incluyendo el levantamiento de garantías, las cuales no pueden ser utilizadas como escudo para la práctica de actividades ilícitas”.
Otro extracto del documento señala al empresario Luciano Hang como uno de los “probables financistas” de actos antidemocráticos.
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El juez Airton Veiga, magistrado instructor del despacho de Moraes, concluyó que las pruebas indican que existe una grupo responsable de difundir noticias falsas y fomentar actos antidemocráticos.
