Mientras los bolsonaristas invadían las oficinas de los Tres Poderes en Brasilia, los golpistas que ocupaban el frente del Cuartel General del Ejército en Ibirapuera, donde se encuentra el Comando Militar del Sudeste, provocaban disturbios en la capital de São Paulo.
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Los manifestantes cerraron una de las principales avenidas de la capital con pancartas antidemocráticas, abogando por un golpe de Estado mediante una intervención militar. La solicitud viola la democracia y la Constitución de Brasil.
En el Comando Militar del Sudeste, cercano a Ibirapuera, los partidarios de Bolsonaro continúan con campamentos pidiendo una intervención militar.
El gobernador del estado de São Paulo, Tarcísio de Freitas, afirmó: “¡No admitiremos esto en SP!”.
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