Este año Nike cumple 50 años. Y gran parte de este periodo lo pasó cautivando a un público muy especial: los amantes del deporte. El modelo Jordan 1, la zapatilla que lleva el nombre del gran Michael Jordan, fue en gran medida responsable del ascenso de la marca. Pero antes de entrar en esta relación, hablemos del principio de todo, ¿vale?
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¿Sabías que Nike comenzó a existir en 1964, pero bajo el nombre de Blue Ribbon Sports? Así es: Bill y Phil, que formaban parte del equipo de atletismo de la Universidad de Oregón, crearon la marca. Bill era el entrenador y Phil era su alumno.
En 1972, el nombre de la empresa pasó a ser Nike, en referencia a la diosa griega Niké, considerada la diosa de la victoria y la gloria, patrona de los atletas y guerreros en la antigua Grecia. 😲
Probando sus propios límites, la empresa intentó transmitir este espíritu de superación a los consumidores. Pero para despegar, ¿era necesario estar a los pies de los deportistas norteamericanos más queridos? Jugadores de baloncesto.
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Pero en la década de 1970, Converse (de All Star) y Adidas dominaban este mercado. Nike no tenía espacio para impresionar en los pies de los jugadores más calientes de esa época. Larry Bird, Julius Erving y Magic Johnson tenían sus zapatillas exclusivas con Converse. Kareem Abdul-Jabbar lució las Adidas Super Star.
Michael Jordan y su relación con Nike
En busca del beat perfecto y con poco espacio en el mercado, aparece: Michael Jordan (nada que ver con el Michael B. Jordan de hoy, ¿vale?). Campeón de la Universidad de Carolina del Norte, el chico acudió al proceso de selección de la NBA y acabó seleccionado por los Chicago Bulls.
La vida de Jordan cambió: soñaba con ser patrocinado por Adidas, ya que se abrieron infinitas posibilidades cuando se hizo profesional. Pero, como las expectativas y la realidad no siempre coinciden, firmó contrato con Nike.
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Nike ofreció un contrato por valor de 500 mil dólares durante 5 años y un modelo –sólo uno– de zapatillas firmadas. El jugador casi rechaza la oferta. No creía que la empresa pudiera cambiar el juego en el mundo del baloncesto.
Así surgió el icónico Air Jordan 1: Jordan llegó en la temporada 1984/1985 de la NBA y la compañía se apresuró a desarrollar la zapatilla. Y no se trataba de unas zapatillas cualquiera. La liga recomienda el blanco, pero Jordan quería al jugador de negro y rojo, los colores del Bull.
El jugador fue sancionado. Cada vez que salía a la cancha con las Nike Jordan rojas y blancas, quedaban 5 dólares menos en la cuenta bancaria del jugador.
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La marca lanzó la zapatilla al mercado en 1985 y sólo en Estados Unidos se vendieron alrededor de 450 pares.
Michael Jordan se convirtió en el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos y Nike se convirtió en un referente mundial en artículos deportivos, especialmente en zapatillas de baloncesto.
Hoy la marca Jumpman –propiedad de Michael Jordan– está unificada con Nike, y los modelos del estilo del jugador siguen siendo los más buscados y vendidos en el planeta.
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En agradecimiento, en su último partido con los Chicago Bulls, en 1998, Michael jugó con sus primeras Air Jordan 1 -las que llevaba 15 años antes-, lo que le hizo terminar el partido con los pies sangrando.
