La masacre de Sharpeville que dio lugar al Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial

El 21 de marzo se conoce como el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial. La fecha surgió de uno de los hechos históricos más tristes sobre los negros en Sudáfrica, donde reinaba el régimen del Apartheid. Sigue el 🧵...

El 21 de marzo de 1960, más de 20 sudafricanos participaban en una protesta pacífica en el barrio de Sharpeville de Johannesburgo cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes, matando a 69 personas e hiriendo a 186. El motivo de la protesta: la Ley de Pase, que obligaba a todos los negros a llevar un folleto con los lugares a los que podían ir.

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La brutal violencia del episodio, que pasó a conocerse como la Masacre de Sharpeville, obtuvo una gran repercusión internacional y una ola de repudio al régimen del Apartheid, que sólo dejó de existir en 1994.

reparación histórica

En 1979, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial en honor a las víctimas de la masacre. Cada año, las Naciones Unidas definen un tema de reflexión sobre el tema. Este año, el tema elegido fue la urgencia de combatir el racismo 75 años después de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

“Hace setenta y cinco años, por primera vez la comunidad internacional acordó un conjunto de valores comunes y reconoció que los derechos son inherentes a cada ser humano y no otorgados por el Estado”, dice el texto de la ONU.

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“La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que toda persona tiene todos los derechos y libertades, sin distinción de ningún tipo, como de raza y color, entre otras. Sin embargo, el racismo y la discriminación racial siguen afectando a personas de todo el mundo”.

El racismo en Brasil se evidencia en la representación política

Una serie de índices que miden ingresos, empleo, educación, acceso a la atención médica y mortalidad, entre otros, muestran que todavía existen marcadas diferencias entre las poblaciones negra, indígena y blanca. Lo mismo ocurre en relación con la representación electoral.

En São Paulo, según la Encuesta Nacional por Muestra de Hogares de 2021, realizada por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), el 58,4% de la población del estado se declara blanca, el 32,8% mestiza y el 7,2% negra.

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En el último Censo, de 2010, el 63,9% de los paulistas se declararon blancos, el 29,1% mestizos, el 5,5% negros, el 1,4% amarillos y el 0,1% indígenas. Sin embargo, en las elecciones de 2022, según datos del Tribunal Superior Electoral (TSE), de los 70 diputados federales elegidos por São Paulo, 59 (84,3%) se declararon blancos; marrón, 5 (7,1%); negro, 3 (4,3%); indígenas, 2 (2,9%); y amarillo, 1 (1,4%).

Además, de los 1.031 candidatos que se declararon blancos, el 5,7% resultaron elegidos. Entre los 484 candidatos morenos y negros, este porcentaje fue sólo del 1,6%. Los candidatos blancos obtuvieron el 80,54% de los más de 22,3 millones de votos del estado. Las mujeres pardas obtuvieron el 7,53%, las negras el 6,6%, las amarillas el 1,93% y las indígenas el 1,39%.

Estas cifras pueden indicar tanto el prejuicio racial aún latente en la sociedad como la falta de formación, por parte de los partidos políticos, de candidatos negros más competitivos.

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“Los negros constituyen una gran parte de nuestra sociedad, pero nos damos cuenta de que no existe equivalencia en representación en la Legislatura. Creo que esto no sucede por falta de representación social, ya que hay varios sectores en los que están representados, como las artes, los sindicatos y otros. Pero hay dificultades para transformar a estos líderes en candidatos, y esto involucra a los partidos políticos. Es difícil superar este cuello de botella en la organización política”, afirma el presidente del TRE-SP, juez Paulo Galizia.

(Fuente: TRE-SP)

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