Se espera que Brasil enfrente la resaca del gasto público despilfarrador del gobierno de Jair Bolsonaro (PL), al tiempo que tendrá que lidiar con una pobreza y desnutrición crecientes. Alertó Chatham House, una organización dedicada al estudio de asuntos internacionales, con sede en Londres. Según la publicación, el nuevo presidente del país deberá caminar constantemente sobre una "cuerda floja", donde hay poco margen de error, ya que deberá enfrentar -entre varios desafíos- un aumento de la inflación y una división política en el Congreso.
“La desaceleración del crecimiento económico, la necesidad de equilibrar el apoyo básico a los pobres frente al aumento de los precios de los combustibles y los bienes básicos, el crecimiento de la deuda pública y privada y la restricción de la liquidez global representan nubes oscuras en el horizonte económico del Brasil."
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