Créditos de la imagen: AFP

Perú cierra Machu Picchu indefinidamente; Las protestas no dan tregua.

La ola de protestas violentas y acciones para contenerla estrictamente en Perú continúa este sábado (21). Se registraron disturbios en las regiones Norte y Sur del Perú, en medio de nuevas manifestaciones que también tomaron la capital Lima, contra la presidenta Dina Boluarte. El gobierno ha cerrado, por tiempo indefinido, el ingreso a la ciudadela inca de Machu Picchu, por motivos de seguridad.

Los enfrentamientos más intensos entre manifestantes y el gobierno peruano se concentraron en las regiones de La Libertad (Norte), Arequipa y Puno (Sur), con cortes de carreteras y batallas campales.

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Mientras los manifestantes lanzan piedras con hondas, la policía responde con gases lacrimógenos. Pero los disturbios en el país están provocando muertes: alrededor de 50 desde principios de diciembre.

En la región de Puno, una turba incendió la comisaría del distrito de Zepita y prendió fuego a un puesto aduanero en Desguadero, en la frontera con Bolivia, informó la televisión local.

En Arequipa, la segunda ciudad del país, decenas de vecinos intentaron, por segundo día consecutivo, invadir la pista de aterrizaje del aeropuerto, que se encuentra cerrada y protegida por fuerzas de seguridad.

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En la capital del país, Lima, miles de manifestantes marcharon ruidosamente y gritaron consignas: “¡Dina asesina!” y “¡Esta democracia no es una democracia! ¡Dina, la gente te rechaza!

Con una bandera de Yunguyo –gente de las orillas del lago Titicaca en la frontera con Bolivia– en su espalda y con un sombrero de paja blanco, Olga Mamani, de 50 años, dijo: “Queremos que Dina renuncie. Si no dimite, el pueblo no estará en paz”.

“La hoja de coca nos da fuerza para esta lucha que hemos iniciado, queremos que Dina renuncie y que se cierre el Congreso […] aquí nos quedaremos hasta las últimas consecuencias”, dijo Antonio Huamán, un campesino de 45 años que salió de Andahuaylas. , epicentro de las manifestaciones de diciembre.

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El jueves (19), el gobierno declaró la estado de emergencia en siete de las 25 regiones del país. Así, el país continúa con la intervención militar con la policía, para controlar el orden público.

Los disturbios comenzaron tras la destitución y detención del presidente izquierdista e indígena Pedro Castillo. Fue acusado de intentar un golpe de Estado al querer disolver el Congreso, controlado por la derecha, que estuvo a punto de destituirlo del poder por sospechas de corrupción.

Castillo fue reemplazada por Boluarte, su vicepresidenta, pero los manifestantes la consideran una “traidora”.

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Turistas varados en Machu Picchu

La suspensión de trenes a Machu Picchu, impuesta el viernes (19), dejó al menos 417 turistas, entre extranjeros y locales, varados en Aguas Calientes. Este lugar se encuentra al pie de la montaña, donde se construyó la famosa ciudadela Inca.

“No pueden salir porque el ferrocarril sufrió daños en diferentes tramos. Algunos turistas optaron por caminar hasta Piscacucho (cerca de Ollantaytambo), pero es una caminata de seis horas o más y muy poca gente puede hacerlo”, declaró a la prensa el ministro de Comercio Exterior, Luis Fernando Helguero.

“No estamos seguros de que venga un tren a recogernos. Como se ve, aquí todos los turistas están haciendo fila, recogiendo firmas y registrándose” para poder ser evacuados, dijo a la AFP el chileno Alem López.

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(Fuente: AFP)

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