Desde el pasado viernes (16), cuando las autoridades iraníes informaron de la muerte de la joven Mahsa Amini, que falleció tras ser detenida por la policía moral y de buenas costumbres por llevar el velo de forma “inapropiada”, las manifestaciones se han intensificado. Alrededor de 15 ciudades iraníes registraron protestas.
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La noche del martes (20), quinto día de manifestaciones, la policía utilizó gases lacrimógenos y llevó a cabo detenciones para dispersar a grupos de hasta mil personas, según la agencia estatal IRNA.
Los manifestantes bloquearon calles, arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad y prendieron fuego a vehículos policiales y contenedores de basura, mientras gritaban consignas antigubernamentales.
(Con AFP)