Salud mental de los influencers digitales: ¿cómo afecta la exposición en las redes sociales a su psicología?
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Salud mental de los influencers digitales: ¿cómo afecta la exposición en las redes sociales a su psicología?

El influencer digital es una de las principales profesiones del siglo; después de todo, es difícil encontrar a alguien que no siga al menos a una persona que crea contenido en Internet. Pero de la mano de la fama y el éxito digital va la preocupación por la salud mental. ¿Por qué es tan importante ser consciente del impacto psicológico de este trabajo? ¿Cómo afrontar la presión por una alta productividad y carisma, ya sea dentro o fuera de las redes sociales?

“Para afrontar sanamente las redes sociales se necesita un filtro y discernimiento entre lo que es tuyo y lo ajeno, lo que es real y lo que no, lo que realmente quieres compartir y lo que es una carga externa. El cuidado es no hacer de tu aparición en las redes sociales el centro de tu vida, ten cuidado al alimentar una imagen que creas, que no es real (y terminas encarnando un personaje), que quieres mostrar a los demás. El cuidado consiste en querer hacer las cosas sólo con la intención de que los demás vean lo que estás haciendo”.

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La evaluación la realiza un psicólogo. Lia Ayumi Takemoto, especialista en terapia cognitivo-conductual. Explica que la obsesión por la apariencia en redes sociales puede alejar a los creadores de contenido de la vida real. 

La delgada línea entre la amistad virtual y el acoso

El pasado lunes (12), la influencer mateo costa publicó un arrebato en las historias de Instagram, red social donde tiene 2,7 millones de seguidores. El creador de contenido humorístico reveló que atraviesa una delicada situación de salud mental debido al acoso que sufre en las calles. 

“Estoy en la peor fase de salud mental de mi vida. Aunque mi carrera está mejorando, estoy muy triste. Voy a bares normales, a fiestas normales, así que no estoy entre los ricos y famosos que hacen cosas privadas. Voy a lugares normales y me gustaría mucho que me trataran como a una persona normal, pero sé que ya no es posible. Es la vida que elegí para mí, la vida pública. Eso es lo que encontré para darle a mi familia una vida mejor. Pero este acoso, tal como está, no es saludable para mí”, explicó. 

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Matheus dijo que la intimidad que Internet parece proporcionar entre influenciadores y los seguidores abrieron espacio para situaciones desagradables. “Siento que todos los días me faltan el respeto en la calle de muchas maneras, tanto verbal como físicamente. Y como es un niño tranquilo, relajado y accesible, la gente se siente con derecho a muchas cosas. Ya no aceptaré ningún tipo de falta de respeto hacia mí. No voy a ser grosero, sólo voy a ignorarlo por completo. Lo hago por mi propio bien, porque si no pongo mis límites nadie lo pondrá. Y lo necesito más que nunca”, afirmó. 

Para la psicóloga Lia Ayumi Takemoto, es necesario prestar atención a la rutina agotadora y a la presión de estar siempre disponible para los seguidores, lo que puede resultar muy perjudicial. “Es sumamente importante cuidar el lado psicológico y emocional al afrontar las demandas, críticas y presiones de la gente. Desarrollar la inteligencia emocional y la sabiduría para medir y saber afrontar todo lo que este trabajo pone en juego”, añade. Añade además que el influencer digital debe realizar una autoevaluación: ¿hasta qué punto me siento cómodo compartiéndolo con el público? ¿Estoy haciendo esto sólo porque me lo pidieron? ¿Su voluntad es la mía también? 

Por eso, en este caso y en muchos otros, la terapia se convierte en una aliada. Lia destaca la importancia de buscar ayuda profesional, actitud que mateo costa reveló, a través de historias, que ya lo había tomado.

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La exposición de la vida privada: los casos de Gabi Brandt y Boca Rosa 

Otro caso reciente que expone los impactos de la vida pública en la vida privada fue la revelación del embarazo de Gabi Brandt. Luego de que los rumores de embarazo se extendieran por varios perfiles de chismes en las redes sociales, la influencer hizo público que estaba embarazada. En el comunicado publicado en Instagram explica que no había publicado la noticia porque se trataba de un embarazo sumamente riesgoso, con desprendimiento de placenta y hematomas. 

“Una vez más, mi privacidad fue invadida y expuesta en contra de mi voluntad. Mi instinto como madre era esconderme para protegerte, pero se me olvidó que hoy en día no tengo derecho a elegir cómo, cuándo o si algo así será expuesto”, escribió Gabi.

El caso es muy similar al de Boca rosa. La empresaria e influencer también expuso su embarazo en Internet sin su permiso. En un documental en su canal de YouTube, Bianca se lamentó: “Eso debería ser un delito. La vida de un bebé está en riesgo. Cuando una mujer se encuentra en esta etapa temprana, además de ser su momento, que debería tener derecho a contar, es la vida del bebé, porque muchas mujeres sufren abortos en esta etapa. Una de las causas más importantes es psicológica, emocional”.

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Lia Takemoto explica que el número de casos de ansiedad y depresión en el mundo de las celebridades es altísimo, tanto por la intensa rutina laboral como por la exposición excesiva. “La presión y la falta de privacidad pueden contribuir a problemas de relación y conducta. La gente vive constantemente en una tensión exagerada, en una ansiedad, y cuanto más famosos son, mayor es la presión”, añade. 

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