Créditos de imagen: Hombre usando un cigarrillo electrónico.

Vape: Anvisa mantiene la prohibición de los cigarrillos electrónicos en Brasil

Por decisión unánime, los directores de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aprobaron este miércoles (6) un informe que mantiene la prohibición de la venta, importación y publicidad de cigarrillos electrónicos en Brasil.

El documento elaborado por técnicos de Anvisa forma parte del proceso de revisión de una resolución publicada en 2009, que discute la comercialización de estos productos en el país.

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El informe presentó datos que demuestran los impactos en la salud, la toxicidad y cómo se posicionan las organizaciones internacionales al respecto.

Además de mantener la prohibición, el documento propone implementar campañas para combatir el tabaquismo y definir acciones para monitorear el comercio ilegal de estos dispositivos.

Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapes (abreviatura de “vaporizador”), se han convertido en los últimos años en una sensación entre los jóvenes. Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, más de un millón de adolescentes de entre 14 y 17 años comenzaron a consumir este tipo de cigarrillos en EE.UU. entre 2017 y 2019.

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En Brasil, datos publicados por la Universidad Federal de Pelotas (UFPel) muestran que una de cada cinco personas entre 18 y 24 años utiliza cigarrillos electrónicos.

Salud en riesgo

Los vaporizadores tienen una menor cantidad de sustancias tóxicas en comparación con los cigarrillos convencionales. Sin embargo, estos dispositivos todavía tienen componentes tóxicos y cancerígenos en su composición.

Según el Instituto Nacional del Cáncer (INCA), la combinación de sustancias utilizadas en la fabricación de los cigarrillos electrónicos presenta riesgos para la salud de los usuarios y puede provocar diversas enfermedades respiratorias, como enfisema pulmonar, además de dermatitis y cáncer, entre otras.

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Este efecto nocivo suele estar enmascarado por la falsa sensación que la industria detrás de estos dispositivos intenta transmitir a los consumidores potenciales. Principalmente, con la idea de que el uso de cigarrillos electrónicos no es adictivo -lo cual es mentira, ya que la nicotina se encuentra entre las sustancias utilizadas en su fabricación- y que los usuarios pueden abandonar los cigarrillos convencionales a través del vapeo. Inca advierte que no existen estudios científicos que comprueben esta relación.

Curto tutela

(Foto superior: Reproducción/Pixabay)

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