No fue un resultado inesperado, dado que el Parlamento está en la práctica sometido al Partido Comunista (PCC), que en octubre lo reeligió para otros cinco años como secretario general y jefe del Ejército, los dos cargos más importantes del país.
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Único candidato a la presidencia, el presidente de 69 años recibió un nuevo mandato como jefe de Estado, cargo que ocupa desde 2013.
Los últimos meses han sido difíciles para Xi Jinping, con grandes manifestaciones a finales de noviembre contra su política de “Covid cero” y una ola de muertes tras el abandono de esta estrategia en diciembre.
Temas tan delicados se evitaron durante la sesión anual del Parlamento, un evento cuidadosamente coreografiado en el que se espera que el aliado de Xi, Li Qiang, reemplace a Li Keqiang como primer ministro.
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También se espera que la reunión del Congreso Nacional del Pueblo (CNP) en Beijing elija formalmente un nuevo vicepresidente para reemplazar a Wang Qishan.
Estos días, los diputados se centraron en un proyecto de reforma institucional que pretende fortalecer las capacidades del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de China en el sector digital.
Xi Jinping estableció como prioridad el desarrollo de estos sectores en busca de la autosuficiencia de China ante lo que Beijing ve como una política de “contención” por parte de Occidente para impedir el desarrollo del gigante asiático.
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(Con AFP)
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