Las palomas son animales muy inteligentes que pueden recordar rostros, ver el mundo en colores vivos, recorrer rutas complejas, transmitir noticias e incluso salvar vidas. "El comportamiento de las palomas sugiere que la naturaleza ha creado un algoritmo que es muy eficaz para aprender tareas muy desafiantes". dijo Edward Wasserman, coautor del estudio y profesor de psicología experimental en la Universidad de Iowa.
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¿Cómo funcionó el estudio?
En una pantalla, las palomas recibieron diferentes estímulos, como líneas de diferentes anchos, posiciones y orientaciones. Cada pájaro tenía que picotear un botón a la derecha o a la izquierda para decidir a qué categoría pertenecía. Si acertaban ganaban comida, en forma de pelota; si cometieron un error, no ganaron nada.
"Las palomas no necesitan una regla", afirmó Brandon Turner, autor principal del estudio y profesor de psicología en la Universidad Estatal de Ohio. En cambio, aprenden mediante prueba y error. Por ejemplo, cuando se les dio una imagen, digamos “categoría A”, cualquier cosa que se pareciera a eso también la clasificaron como “categoría A”, aprovechando su capacidad para identificar similitudes.
En el transcurso de los experimentos, las palomas mejoraron su capacidad para tomar las decisiones correctas entre el 55% y el 95% de las veces cuando se trataba de algunas de las tareas más simples. Ante un desafío más complejo, su precisión aumentó del 55% al 68%.
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En un modelo de IA, el objetivo principal es reconocer patrones y tomar decisiones. Las palomas, según muestra la investigación, pueden hacer lo mismo. Al aprender de las consecuencias, las palomas tienen una notable capacidad para corregir sus errores. La función de similitud también está en juego para las palomas, utilizando su capacidad para encontrar similitudes entre dos objetos.
"Con sólo estos dos mecanismos, se puede configurar una red neuronal o una máquina de inteligencia artificial para resolver básicamente estos problemas de categorización", dijo Turner. "Es lógico que los mecanismos presentes en la IA también estén presentes en la paloma".
Los investigadores ahora pretenden colaborar con científicos que estudian las palomas y sus cerebros. Esperan que estos hallazgos puedan tener aplicaciones prácticas para comprender mejor el daño cerebral humano.
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