La limitada cobertura de vacunación entre las personas mayores es uno de los argumentos del gobierno comunista para justificar su estricta política sanitaria, que incluye confinamientos prolongados, cuarentenas a la llegada del extranjero y test prácticamente diarios a la población.
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Sólo el 65,8% de las personas mayores de 80 años ha completado el esquema de vacunación en el país, informaron directivos de la Comisión. Pero los avances en la cobertura de vacunación podrían ofrecer a China una salida a su política de “Covid cero”.
En vigor desde hace casi tres años, esta política fue objeto de una revuelta popular durante el fin de semana, con las mayores manifestaciones registradas en el país desde el movimiento prodemocracia de 1989.
La frustración de muchos con el sistema político chino también influye en las protestas. Algunos manifestantes incluso pidieron la dimisión del presidente Xi Jinping, que recientemente ganó su tercer mandato.
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El elemento que desencadenó las protestas fue el incendio de la semana pasada en un edificio en Urumqi, capital de la región de Xinjiang (noroeste), que dejó al menos 10 muertos. Muchos chinos afirman que el trabajo de los bomberos se ha visto obstaculizado por las restricciones provocadas por la estrategia “Covid cero”, lo que el gobierno de Pekín niega.
Gran presencia policial
Las ciudades chinas de Pekín y Shanghái se encontraban este martes bajo estrictas medidas de seguridad, tras grandes manifestaciones que exigían libertad política y el fin de los confinamientos.
El lunes por la noche, en la ciudad de Shanghai, cerca de donde tuvieron lugar las protestas del fin de semana, los propietarios de bares dijeron a la AFP que les habían ordenado cerrar sus puertas a las 22 horas bajo el argumento de "control epidémico".
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También se apostaron agentes de policía en las salidas de las estaciones de metro. Periodistas de la AFP observaron el momento en que los agentes arrestaron a cuatro personas y luego liberaron a una. Un periodista vio 12 vehículos policiales a 100 metros de la calle donde se centraron las protestas del domingo.
En Hong Kong, decenas de estudiantes se reunieron para rendir homenaje a las víctimas del incendio de Urumqi. “No apartes la mirada, no lo olvides”, gritaban los manifestantes.
En Hangzhou, a casi 170 kilómetros al suroeste de Shanghai, se registraron pequeñas protestas en medio de una intensa seguridad en el centro de la ciudad.
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"Las autoridades utilizan el pretexto del Covid, pero utilizan confinamientos excesivamente estrictos para controlar a la población china", declaró un manifestante de 21 años.
La sombra del covid
El gobierno chino insiste en la política de 'Covid cero', pero hay indicios de que las autoridades locales pretenden relajar algunas reglas para contener las protestas.
En Urumqi, un funcionario del gobierno local dijo que la ciudad pagaría 300 yuanes (42 dólares) a cada persona “con bajos ingresos o sin ingresos garantizados” y anunció una moratoria de cinco meses sobre el alquiler para algunas familias.
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En Beijing, estaba prohibido cerrar con candados las puertas de las zonas residenciales, informó el domingo la agencia estatal de noticias Xinhua. La práctica provocó una revuelta al dejar a la gente encerrada ante pequeños focos de contagio.
Un influyente analista político de la prensa estatal indicó que los controles contra el Covid se reducirán aún más y que la población “pronto estará tranquila”.
El mercado de valores sube
Ante la esperanza de que el gobierno chino flexibilice su política anti-covid, la Bolsa de Hong Kong cerró la sesión del martes con una fuerte subida del 5,24%.
La Bolsa de Shanghái cerró con un alza del 2,31 %, mientras que la Bolsa de Shenzhen, la segunda más importante del país, avanzó un 2,14 %.
(Con AFP)
