El alcalde de Churchill, con la vista puesta en el potencial de la minería y del turismo local, se felicita del aumento de las temperaturas en la región. Según él, “también son oportunidades de crecimiento económico para la población local”.
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- Churchill es un asentamiento aislado situado en la costa de la Bahía de Hudson, Canadá, donde el calentamiento global es 3 veces más rápido que en otras partes del mundo y donde el hielo está desapareciendo paulatinamente.
- La población de osos polares de la ciudad, en declive desde los años 80, asciende ahora a 800 individuos: tantos como humanos hay en la ciudad.
- El calentamiento global está reduciendo los tiempos de congelación en la región y obligando a los osos polares a permanecer en tierra por más tiempo. A menudo hambrientos y débiles, deambulan cada vez más cerca de los centros urbanos.
La situación en Churchill refleja lo que dicen los estudios científicos: la calentamiento global está poniendo en riesgo a las especies del Ártico, especialmente al abrir la puerta a otros animales del sur.
A David Daley, un criador de perros de trineo que nació en Churchill, le resulta cada vez más difícil reconocer ese mundo que alguna vez le resultó familiar.
Cada año, Daley teme la llegada cada vez más tardía de la nieve. "Mis perros están esperando el invierno, como el resto de nosotros", dice. "Esto es común en una cultura moribunda".
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Osos polares
Aventura allí requiere ciertas precauciones: un rifle, repelente de osos y la necesidad de caminar en grupo después del anochecer o cuando hay poca visibilidad. Todos allí tienen una historia que contar sobre los osos polares.
Para Daley, los humanos “no tienen otra opción”: deben “adaptarse” como se ven obligados a hacerlo los animales. La ciudad cuenta con nuevos radares capaces de detectar osos a dos kilómetros de las casas más alejadas, incluso de noche y con niebla.
“No recuerdo, cuando era niña, sentirme en riesgo durante el verano. Hoy es diferente, mis hijos no pueden jugar en las rocas de la costa como solía hacerlo yo”, dice la hija de Daley, Danielle, de 33 años.
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Población vulnerable
El desempleo, la vivienda precaria y la discriminación hacen que la cuestión climática no sea la principal emergencia en la percepción de muchos residentes de este asentamiento. En Churchill, el 64% de los niños viven por debajo del umbral de pobreza.
El 60% de la población es indígena (inuit, cree, dene, métis), mientras que en total, la cifra en Canadá es sólo el 5% y en Manitoba, el 18%.
- Biodiversidad y pueblos originarios
En su boletín de marzo, los expertos en clima de la ONU ya decían que el conocimiento de la realidad de estas personas debe tenerse en cuenta en la lucha contra el cambio climático.
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En noviembre, durante la COP27, la cumbre climática de la ONU en Egipto, algunos activistas presionarán para Políticas que tengan en cuenta las prácticas ancestrales indígenas., ya que sus tierras albergan el 80% de la biodiversidad mundial. Daley sueña con un nuevo comienzo.
“Debemos, como pueblos indígenas, liderar la reconciliación con nuestra madre, la Tierra”, afirma.
Interés económico
“Hay que buscar los aspectos positivos en todo esto”, dice el alcalde de Churchill, Michael Spence, miembro del pueblo indígena cree.
La creciente presencia de osos polares atrae ahora a unos cuantos miles de turistas cada año a este rincón remoto de Manitoba, inaccesible en coche.
El alcalde sueña con transformar a Churchill en un puerto para el cultivo de cereales en áreas cada vez más septentrionales y eventualmente mineral, que podría extraerse en el extremo norte de Canadá, en particular gracias al deshielo.
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(Con AFP)
Lea el informe completo en UOL.