La Organización Meteorológica Mundial (OMM) calcula que hay un 60% de posibilidades de que 'El Niño' se desarrolle a finales de julio, y un 80% de posibilidades de que el fenómeno se forme en septiembre.
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'El Niño' es un fenómeno climático natural generalmente asociado con el aumento de las temperaturas, el aumento de la sequía en algunas regiones del mundo y las fuertes lluvias en otras zonas.
El fenómeno se produjo por última vez en 2018-2019 y provocó un episodio especialmente largo de 'La Niña', que provoca los efectos inversos y, en particular, un descenso de las temperaturas.
A pesar del efecto moderador, los últimos ocho años han sido los más calurosos jamás registrados.
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Sin 'La Niña', el nivel de calentamiento habría sido peor. "Fue como un freno temporal al aumento de las temperaturas globales", afirmó Petteri Taalas, secretario general de la OMM, citado en un comunicado.
Sin embargo, "el desarrollo de 'El Niño' conducirá muy probablemente a un nuevo pico en el calentamiento global y aumentará las posibilidades de récords de temperatura", advirtió.
"Mas extremo"
Actualmente no es posible predecir la intensidad ni la duración del 'El Niño' que se está formando. El último registrado fue considerado un nivel bajo, pero el anterior, entre 2014 y 2016, fue intenso y tuvo consecuencias desastrosas.
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La OMM destacó que 2016 fue “el año más caluroso registrado debido al 'doble efecto' de un 'El Niño' muy fuerte y el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero relacionados con la actividad humana".
El impacto de 'El Niño' sobre las temperaturas suele notarse en el año siguiente al fenómeno meteorológico. Por tanto, la OMM teme que los efectos probablemente se observen en 2024.
“El mundo debe estar preparado para 'El Niño'”, advirtió Petteri Taalas.
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"Esto podría dar un respiro a la sequía en la región del Cuerno de África y otros impactos relacionados con 'La Niña', pero también podría desencadenar fenómenos meteorológicos y climáticos más extremos", afirmó.
Alertas tempranas
Dada la situación, Taalas reiteró la necesidad de contar con sistemas de alerta temprana –una de las prioridades de la OMM– para proteger a las poblaciones más amenazadas.
No hay dos 'El Niño' idénticos y sus efectos dependen en parte de la época del año en que se producen, explica la OMM. El fenómeno ocurre en promedio cada dos a siete años y generalmente dura entre nueve y 12 meses.
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También está asociado con el aumento de las temperaturas en algunas zonas del Océano Pacífico.
'El Niño' provoca un aumento de las precipitaciones en algunas partes de América del Sur, Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia Central.
En Australia, Indonesia y algunas zonas del sur de Asia puede provocar graves sequías.
Durante el verano boreal (invierno en Brasil) – la estación seca en el hemisferio norte y la estación fría en el hemisferio sur – el calentamiento de las aguas superficiales causado por 'El Niño' también puede resultar en huracanes en el Océano Pacífico central y oriental. según la OMM.
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