Créditos de la imagen: AFP

Tragedia en la costa de São Paulo: cambio climático y urbanismo descontrolado

La lluvia récord que causó alrededor de 50 muertes en la costa de São Paulo representa el último fenómeno extremo causado por el calentamiento global, que requiere políticas públicas para resolver el problema y reordenar la urbanización en zonas de riesgo, dice un experto en clima. El fin de semana pasado cayeron 680 milímetros de lluvia en 24 horas en São Sebastião, donde ocurrieron la mayoría de las muertes.

Fueron las lluvias –el doble de lo previsto para febrero, el mayor volumen acumulado en la historia de Brasil– las que provocaron ríos de lodo que arrasaron casas construidas en las laderas de São Sebastião.

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El volumen de agua fue mayor que el de la tormenta que azotó la ciudad de Petrópolis en 2022, en las montañas del estado de Río de Janeiro, donde 260 mm de agua dejaron 241 muertos.

Pero, ¿podemos decir que se trata de lluvia, o el resultado de un fenómeno meteorológico extremo, provocado por la acción humana?

¿Qué dice el experto?

¿Por qué Brasil sufre tormentas devastadoras cada vez más frecuentes?

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Francisco Lacerda, investigador del Laboratorio de Cambio Climático del Instituto Agronómico de Pernambuco, va directo a la raíz del fenómeno:

"Es una consecuencia del calentamiento global., lo que ha generado eventos más extremos en todo Brasil, en América del Sur y en todo el planeta. En el sureste, centro-norte oeste y noreste, en los últimos 30, 40 años hemos visto un cambio en el patrón de precipitaciones, una disminución de las precipitaciones totales, sin embargo, un aumento de estos episodios”, evalúa.

“En los océanos se almacena una gran cantidad de gases de efecto invernadero, lo que altera las corrientes oceánicas. Esto provoca un cambio en la distribución del calor desde los polos hacia el Ecuador (…) provocando eventos más extremos”.

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¿Puede suceder en cualquier parte del país?

“Puede pasar en cualquier lugar (…) en el caso de la costa norte está la Serra do Mar. Estas zonas tienen un mayor grado de vulnerabilidad. El patrón se intensificó con la Serra do Mar y el paso del frente frío con vientos marinos más intensos”.

¿Se podría haber evitado el número de víctimas?

“Es una tragedia anunciada. A partir del 18 y 19 (febrero) los modelos (meteorológicos) comenzaron a dar cuenta de que había una alta probabilidad de que ocurriera un fenómeno como este allí, proporcionando información suficiente para que la Defensa Civil pudiera evacuar estas zonas. Además, tenemos otro problema: los municipios, los gobiernos estatales y el propio gobierno federal no se han preparado para el cambio climático”.

En Brasil, 9,5 millones de personas viven en zonas con riesgo de deslizamientos de tierra o inundaciones, según datos oficiales. ¿Cómo se puede combatir este problema?

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“Hay varias cosas que se pueden hacer. Uno de ellos es remediar el déficit de vivienda. Los pobres de la periferia son prácticamente empujados a estas zonas de riesgo y no tienen otra alternativa. Hay que hacer todos los esfuerzos (…) con miras a reformular estas políticas públicas urbanas”.

(Fuente: AFP)

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