La Unión Europea llega a un acuerdo sobre una propuesta para monitorear y reducir las emisiones de metano

La concentración de metano, un potente gas de efecto invernadero, aumentó a niveles récord en la atmósfera el año pasado, al igual que el dióxido de carbono (CO2) y el óxido de nitrógeno, reveló este miércoles la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En un comunicado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) explicó que el motivo de este aumento excepcional de la concentración de metano, que tiene un efecto mucho más potente que el CO26 pero menos duradero, "no está claro, pero parece ser el resultado de Procesos biológicos e inducidos por el hombre”.

Nada es tan malo que no pueda empeorar. Una investigación inédita, denominada Global arming in the pipeline (“Calentamiento global contratado”, en traducción libre), sugiere que las concentraciones actuales de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre pueden por sí solas conducir, a largo plazo, a un calentamiento de 10ºC. Considerando los efectos compensadores (como, por ejemplo, la acción refrescante provocada por las partículas de aerosol en la atmósfera), el equilibrio sería un planeta al menos 7ºC más caliente.

La Unión Europea (UE) se ha convertido en la primera economía importante en legislar un 'arancel verde' sobre las importaciones, que se aplicará a los bienes producidos con altas emisiones de dióxido de carbono (CO2). El Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) significa que los países que no logran que sus industrias sean más ecológicas pronto enfrentarán una nueva amenaza: un impuesto al carbono efectivo que penalizará a quienes esperan beneficiarse de actividades con alto contenido de carbono. El sistema se aplicará inicialmente a la siderurgia, el cemento, los fertilizantes, el aluminio, la electricidad, el hidrógeno y algunos productos químicos. ¿Pero sabes qué significa este 'arancel verde'? ¿Cómo puede obligar a las corporaciones a adaptarse a un proceso de producción más sostenible?