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¿Sabes qué es el pastoreo? ¿Y cómo puede este hábito perjudicar tu salud?

El aislamiento por la pandemia y el trabajo desde casa fueron factores que fomentaron el mal hábito de “recoger” comida todo el tiempo. Podría ser esa inofensiva galleta, un trozo de chocolate, una ración de frutos secos o incluso fruta. Este comportamiento tiene nombre y puede indicar un riesgo para la salud cuando se vuelve repetitivo y fuera de control. Sigue el 🧶...

Pasto (pastar, en traducción libre del inglés) es el nombre que también recibe este acto de consumir alimentos a lo largo del día, el famoso “pellizco”.

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El término aún está poco estudiado en Brasil y su definición fue actualizada recientemente: no es más que la ingestión de pequeñas cantidades de alimentos de forma repetitiva y no planificada, sin ser una respuesta al estímulo del hambre.

También se caracteriza por la pérdida de control sobre lo que se consume, pero es diferente a los atracones (que tienen más que ver con consumir una gran cantidad de comida de una sola vez).

“Siempre busco algo dulce en estos momentos, puede ser caramelo, golosina, chicle... me da esa sensación de alivio momentáneo”, afirma la doctora biomédica Silvia Pompeu. Como la mayoría de la población, que se aisló durante el apogeo del Covid-19, también notó que este hábito de “pellizcar” se hacía más intenso.

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“Hasta el día de hoy, cada vez que me estreso mucho, dejo todo y busco algo dulce para comer. Normalmente es chocolate, porque me hace sentir mejor aunque sea por poco tiempo”, dice Silvia.

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En general, el pasto Se asocia con el momento del día en el que buscamos algún “placer”, relajación o alivio en la comida, para compensar alguna situación. ¿Que nunca? 🤫

Identificar este comportamiento puede ayudar a prevenir...

…otros trastornos asociados con problemas psicológicos y alimentarios, incluidos los atracones.

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Psicóloga Marília Consolini Teodoro de Paiva, doctora en psicología, desarrolló una herramienta de detección a través de una investigación realizada en la Universidad de São Paulo (USP), en Ribeirão Preto, en el interior de São Paulo.

El estudio validó este instrumento, que es capaz de identificar signos problemáticos de esa conducta e indicar la necesidad de derivación para evaluación clínica para realizar el diagnóstico. 

¿Cómo funcionó la investigación?

El estudio se dividió en varios estudios, comenzando con una revisión de los controles dietéticos y los comportamientos asociados: la obesidad se correlaciona con los trastornos alimentarios.

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Posteriormente, el grupo revisó la pasto y cómo se manifestó en la población general.

Para obtener datos brasileños, la psicóloga investigó y evaluó la manifestación de ese comportamiento en una muestra de 823 personas, de las cuales 542 eran consideradas de peso normal y 281 tenían sobrepeso u obesidad.

Los participantes recibieron un questionrevista en línea, que fue adaptada de una metodología original desarrollada en Portugal y que fue validada para la población de Brasil. 

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Se evaluaron 12 ítems que identifican conductas divididos en dos subescalas:

  • o pasto repetitivo (que no es tan dañino porque está asociado con el nivel más bajo de trastornos alimentarios)
  • o pasto compulsivo, que en realidad perjudica la salud porque está más asociado a la falta de control. 
¿Quién no ha dejado nunca de trabajar a media tarde para comer algo y aliviar el estrés? Pero ojo: un mal hábito puede ser perjudicial para tu salud. Imagen: Unsplash

Regulación emocional

Los resultados muestran que el pasto Funciona como un mecanismo de regulación emocional: se practica en busca de alivio de otros síntomas (como la depresión, el estrés y la ansiedad), apareciendo el estrés como mediador en la manifestación de este comportamiento.

“Esto explica la correlación con los síntomas de estrés y ansiedad, asociados con mayores niveles de peso. No podemos decir que el estrés cause pasto, pero tiene alta relevancia al interferir con este comportamiento”, dice el investigador.

El estudio también muestra que la pasto compulsivo apareció más significativamente en la muestra de personas con obesidad.

Además, los resultados corroboran estudios internacionales y confirman que la pasto compulsivo está más asociado con Trastornos mentales, especialmente ansiedad, depresión y estrés..

El psicólogo destaca, sin embargo, que la herramienta no diagnostica la pasto, simplemente señala el problema.

“Con base en los resultados de este questionDependiendo de la conclusión, se deriva a la persona a una evaluación clínica para comprender con mayor profundidad cómo se manifiesta esta conducta. Mi trabajo se detuvo en definir el instrumento para realizar ese screening para el seguimiento, pero no entró en el tema del diagnóstico”, explicó.

Comer varias veces no siempre es un comportamiento dañino

“La identificación del pasto Tiene más que ver con el nivel de pérdida de control con esa acción que con la cantidad de veces que la persona 'escoge' algún alimento. Puede que haya 'pellizcado' cinco veces al día, pero con total control. Al mismo tiempo, es posible que lo haya hecho menos veces, perdiendo el control desde la primera vez”, explica Marília. 

Este comportamiento se convertirá en un problema cuanto más se asocie con la pérdida de control, de ahí la importancia de contar con herramientas para identificarlo lo antes posible.

@curtonews ¿Sabes qué es el pastoreo? ¿Y cómo puede este hábito perjudicar tu salud? oh #CurtoNews ♬ sonido original - Curto Noticias


(Con Agencia Einstein/Fernanda Bassette)

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